Aturdida la mirada, ahogada de aflicción, y resuenan en la piel las notas mudas del porvenir, desde el cosmos a la piel. Y de la piel hasta los huesos duelen los restos de un equívoco destino que, predispuesto a desmezurarse en el hoy, despeja el camino a la lluvia de verano.
Empañado el retrato caleidoscópico de mis sentidos y de cómo y por qué seguir intentando.
Empañado el retrato caleidoscópico de mis sentidos y de cómo y por qué seguir intentando.
No sé cómo.
Porque VOS.
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