El Tano juega al "Tano Raider", me cuenta. Dice que es una versión de él en un juego... y le queda poca vida pero muchas balas. Hizo mención de esa ironía y pienso que le gustan tanto las ironías como a mí, y que por eso no deja de jugar. Me doy rienda suelta a pensar en la poca vida y las balas como una metáfora. ¿Metáfora de qué? De la realidad, de la vida misma.
Yo no sé si tengo poca vida -entiéndase entusiasmo, ganas de vivir- y creo que tampoco muchas balas -no vendrían a ser para sacarle la vida a los demás, sino que representan... las chances-. ¿Será a la inversa lo mío? ¿Mucha vida y pocas balas?
En el juego, por lógica, es igual de factible terminar con poca vida y muchas balas o viceversa. Me atrevo a decir que en la realidad también es así. Pero ojo... hay una diferencia: a lo largo de nuestras vidas podemos revertir nuestra situación o neutralizarla un millón de veces -como cuando agarrás uno de esos cositos con la cruz roja o encontrás un arma- y nadie puede cagarnos a tiros para evitarlo... eh... generalmente.
¿Seguirá jugando el Tano?
4 comentarios:
jajaj si... es cierto. siempre hay botiquines de primeros auxilios y/o municiones escondidos, desperdigados por el mapa (mundi?) xD.
TOTALMENTE jajajaja.
Te juro que no porque cuando te dan a elegir izquierda o derecha, te conviene izquierda.
Igual para mi hay gente que cheatea (?)
me gusta muchoo =)
Publicar un comentario